A veces no sabemos cómo rellenar algunos rincones de las habitaciones, ya sea el salón o los dormitorios. Pensamos en colocar mesas auxiliares, sillones o elementos decorativos que ocupen espacio. Al final, puede que nos quede una decoración bonita, pero no le damos uso a esos muebles porque no resultan prácticos. Pues ¿por qué no llenar esos espacios con puffs?

 

Con un puff consigues tres muebles en uno

 

Un puff puede ser un asiento, un reposapiés o incluso una mesa. Es uno de los muebles más versátiles que existen. Además, quedan bien con cualquier estilo de decoración puesto que se pueden encontrar infinitas combinaciones de formas, colores y texturas. Se trata de un objeto muy personalizable, ya que si te cansas del modelo que compraste hace tiempo, puedes volver a tapizarlo y crear uno completamente distinto. Incluso le puedes añadir o quitar patas. O convertirlo en una mesa añadiendo simplemente una bandeja o una tabla de madera. Así que, desde Hogarterapia te vamos a recordar las utilidades de este mueble tan práctico y sencillo.

 

Desde hace unos años, se ha puesto muy de moda en restaurantes y bares crear una zona chill-out. Y esa tendencia se ha calcado en las terrazas de muchos hogares. Cuando imaginas una zona de relax, automáticamente viene la imagen de puffs, cojines y mesas bajas hechas con palets reciclados. Estos asientos quedan estupendamente en este tipo de espacios, de hecho, se han convertido en su sello característico. Pero parece que se ha olvidado cuál es el verdadero sentido de los puffs y ya no se ven tanto en el interior de las casas.

 

El toque ideal para un dormitorio juvenil

 

La habitación de un adolescente suele ser un territorio peligroso para los demás miembros del hogar. Solo los mejores amigos tienen el acceso libre. Y, claro, se necesita algún espacio para hacer más cómodas las largas charlas y las tardes de videojuegos. Un puff es la solución perfecta. Bueno, mejor dos, por si viene más de un amigo.

 

En los dormitorios juveniles lo mejor es optar por un puff con un tamaño considerable. Por ejemplo, el puff Alex, con un metro de diámetro, se convierte en el mueble idóneo para sentarse cómodamente. Y, además, tiene un compañero: el modelo Luka. Este es más pequeño y un poco más alto, por lo que se puede convertir en una mesita auxiliar. Está disponible en cuatro colores básicos que combinan a la perfección entre sí y con otros distintos. Es un mueble que hace que la estancia tenga un aspecto más divertido, sobre todo, si se eligen colores llamativos.

 PUFF TAPIZADO ALEX REDONDO

La solución para las visitas imprevistas

 

Cuando celebramos algún evento en casa suele pasar que viene algún que otro invitado sorpresa y no habíamos pensado en poner asientos de más. Pues si cuentas con algún puff en el salón, no hay ningún problema. La reunión se hará incluso más amena, ya que los puffs dan un aire desenfadado a la habitación.

 

Los puffs redondos son los más habituales para colocar en el salón. Caben prácticamente en cualquier hueco y son un buen remedio para rellenar esquinas. Incluso se pueden guardar debajo de la mesa de centro. Por ejemplo, el modelo Enzo, tiene un tamaño idóneo para ponerlos junto a la mesa de centro Eric. Tanto en azul como en gris quedan bien con una decoración moderna, nórdica o industrial.

 PUFF ENZO DE FORMA REDONDA

El puff Enzo también tiene un hermano mayor: el modelo Aldo. Al ser más amplio, pero más bajo se puede convertir incluso en la cama de nuestra mascota. Al estar tapizado con un tejido acolchado, proporciona una sensación muy agradable al tacto. Y al estar fabricado con espuma HR de alta densidad, se transforma en un sillón cómodo para una zona chill-out.

 PUFF ALDO EN TEJIDO ACOLCHADO 3D

Práctico, confortable, convertible y decorativo. ¿Se le puede pedir más a un único mueble? Estamos seguros de que te hemos convencido si aún tenías dudas por incluir un puff en la decoración de tu hogar. Pero si no te han gustado los modelos de este post, puedes elegir otros en nuestra web.